Le dernière cigarette

Llegó cansada después de un largo día de trabajo, no quería ni siquiera pensar más, lo que si sabía era que ese trabajo de mesera ya no le daba ni tiempo de respirar. Se hizo un café, como todas la noches y prendió un cigarrillo. Es extrañ, pensó ella, toda su vida juró ser jamás un espejo de su madre y terminó siendo un reflejo casi intacto de la misma, con sus mismos hábitos de fumadora compulsiva y una extraña necesidad de repetir el mismo LP todas las noches: Nina Simone, The Great Show Live in Paris.


Uno nunca piensa que sus acciones serán las últimas, se tienen tantas proyecciones al futuro que nunca nadie se detiene en el presente. Y así lo hacía Jazmín, pensaba llegar a ser cajera dentro de poco y así seguir con sus estudios de literatura que ya tanto extrañaba. De hecho fue en su segundo semestre literatura cuando conoció a Daniel, su ex, un profesor que al verla no pudo disimular la atracción que Jazmín producía en él. Era tan desbordante aquel sentimiento que no había día en el que alguna producción escrita, por más pequeña que fuera, no llegara a las manos de Jazmín con las más bellas hipérboles y metáforas sobre su absoluta belleza, su figura y mirada magnética. Primer aspiro de humo de aquel cigarrillo.

Tanto amor hacía que Jazmín se sintiera única y especial, creía que un hombre así jamás lo iba a volver a encontrar. Hasta que se dio cuenta de la verdadera característica que hacía a Daniel algo particular, Daniel era esquizofrénico paranoide. Estaba en tratamiento desde ya hace mucho tiempo y los episodios de alucinación cada vez eran menos, aunque en ocasiones también podían ser muy fuertes. Ya decía él que las voces que escuchaba no eran tan malas, ya que le aportaban a su proceso creativo, aun así Jazmín veía como Daniel se tornaba en ocasiones muy agresivo e incluso podía llegar a mirarla de manera tan extraña que la asustaba de sobremanera. Segundo aspiro de aquel cigarrillo.


Aquella noche sonó el timbre, al ser casi media noche Jazmín se resistió en un principio a darle importancia a aquel timbre, pero la insistencia de aquel sonido le hizo perder los estribos y se vio obligada a abrir la puerta. Era Daniel, sí su ex porque con él ya había terminado hace una semana y media, él mismo estaba con una sonrisa plantado en la puerta. "-¿Qué quieres?" dijo ella -."Volver contigo. ¿Qué más podría querer yo?-". Sin embargo, esa respuesta no le agradó en lo mínimo a Jazmín a quien en una escena de celos Daniel había intentado estrangular la semana pasada. "-Es mejorque te vayas, toma tus pastas y si quieres nos vemos la otra semana para hablar-". El LP ya había terminado, el silencio inundó la sala y un disparo se oyó claro y fuerte, la sangre dejó una especie de dibujo en la pared. Profundo y último aspiro de aquel cigarrillo.


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