Mujer Fatal

Mariana ya está a punto de cumplir los 25 años, es una artista en toda la palabra, graduada con honores y con más de mil cuadros, ilustraciones e ideas diarias en la cabeza hasta hoy, sí hasta hoy. Hoy en una clínica del norte de Bogotá Mariana fue diagnosticada con tratorno de Bipolaridad.

Ella no conoce mucho sobre la bipolaridad, solo sabe que realmente no quiere estar en visitas permanentes con el psiquiatra y menos con él, cuando sabe que pueden ser personas totalmente ajenas a su vida y que tienen a su vez tanto poder sobre la misma. Para Mariana eso no era justo, ella siempre había tenido el control de todo, incluso de lo que no creía tener el control. Esa misma tarde en vez de ir a trabajar, como simpre en su taller, Mariana decidió que era momento de darse un respiro, así que, llamó a su mejor amigo y le propuso tomarse unas frías esa noche, si era posible hasta quedar inconscientes. Matías no podía creer lo que Mariana le estaba proponiendo, sobre todo porque Mariana no tomaba cerveza como desde primer semestre de la universidad cuando descubrió que el Whisky era todo lo que necesitaba.

8:00 p.m.: Mariana llega al apartamento de Matías.

Se dan un fuerte abrazo y Matías le dice que para qué se había puesto a comprar cervezas si su apartamento era prácticamente un bar; Mariana se ríe y dice irónicamente: "-parece más bien un antro, por eso traigo mi propia cerveza-". Se sienta en el sofá y saca un disco de The Cure, siempre comienzan sus borracheras con "Friday I'm In Love" y esta no va a ser la excepción.

9:00 : p.m.: Matías quiere confesar algo.

Hace uno meses estoy viviendo con una chica, es estudiante de Literatura en los Andes y sabía que querías esta noche para los dos, pero no tenía modo alguno de decirle a Laura que se fuera de la casa por hoy, ya que este es el hogar de los dos. Mariana con una sonrisa algo burlona le pregunta a Matías. ¿Cómo así esto con esa vieja si va en serio?

10:00 p.m.: Laura llega al apartamento.

Laura saluda y al ver a Mariana ya algo prenda se sonríe y le pregunta que cómo ha estado la noche. Mariana la invita a una cerveza y le dice que Matías tiene que ir por más mientras él gruñe detrás de la cocina, porque sabe que es cierto y los domicilios nunca le han gustado le generan desconfianza.

Matías sale por más cervezas, mientras Laura y Mariana se sientan a hablar, aunque Mariana no puede disimular el desagrado que le genera la presencia de Laura, es como si invadiera su espacio que realmente no es suyo.

Laura muy inteligente no le presta atención y en vez de eso le pregunta por qué la visita tan repentina. Mariana le explica que no quiere hablar de eso con ella... suspira y se pregunta a qué horas todo se convirtió en un caos si se suponía todo estaba bajo control. Deja la botella en la mesa y se dirige a la ventana un rato preguntando en voz alta: ¿Qué será de mi en unos meses? Laura intrigada le pregunta: "-¿Realmente quieres saber?-" Mariana algo escéptica la mira y le dice que no se haga la pitonisa. Laura saca un mazo de cartas y las reparte en el tapete mientras invita a Mariana a sentarse junto a ella.

10:06 p.m. 

Laura le pide a Mariana que baraje las cartas y ella misma las reparte en forma de cruz, le advierte que no son las predicciones de ella, es el universo el que habla y sin importar lo que digan las mismas es un destino que se marca, más no un destino que no pueda se pueda cambiar. La primera carta descubierta es la carta del Loco, Mariana la mira fijamente y piensa que todo esto es una gran equivocación; Laura la tranquiliza y le dice a Mariana que es la representación del caos en su vida, nada va a estar en orden y por primera debe aceptar que hay situaciones que simplemente se le van a salir de las manos.

La siguiente carta, la Luna invertida, indica engaños y peligros próximos a venir. Mariana mira a Laura con incredulidad así que Laura le da vuelta a la última carta: la Muerte. Laura la observa y empieza a recoger todas las cartas, Mariana algo preocupada le pregunta si pasa algo ¿acaso no debe terminar la predicción? Laura sonríe y responde con un: "-Mira Mariana, el destino existe, todos tenemos algo escrito, un camino si así lo deseas llamar, pero ¿qué gracia tiene saber todo el camino de antemano? Tú Mariana tienes todavía mucho por vivir, deja que eso pase, deja que la vida pase, déjate sorprender por el camino, no siempre es bueno saber de más-".

Esa noche todavía no termina.

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